viernes, 8 de noviembre de 2019

MI GATA MAULLA SIN PARAR ¿QUÉ LE PASA?



Esta es una de las preguntas más frecuentes que recibimos en la consulta. Cabe recordar que esas vocalizaciones son la manera que tiene la gata de relacionarse con otros gatos y incluso con nosotros. En este caso vamos a hablar del momento del celo en las gatas

Quién no ha vivido en sus propias carnes, esos maullidos sin parar en plena madrugada, que se repiten día si y día también. Esa gata que no para de frotarse con todo, que cuando le tocamos el lomo se pone muy rígida y vocaliza con más fuerza. Si, esa gata esta en pleno celo.


¿Pero porqué una vez que se le pasa, a la semana vuelve otra vez?
Esto se debe a que el celo de las gatas, es lo que conocemos como “poliestro estacional” lo que significa que las gatas tienen varios celos en determinadas estaciones del año. Así estos celos pueden estar separados por días o semanas,  llegando a ser bastantes duraderos. A diferencia de otras hembras mamíferas, las gatas no sangran en el celo. Esto se debe a que no ovulan cuando están maullando, sino sólo cuando son copuladas por el macho.

Por eso si no tenemos intención de criar con nuestra gata, nuestra recomendación veterinaria es esterilizarla (castrarla, ovariohisterectomia) cuanto antes, para prevenir así estás situaciones. Además se sabe que las gatas esterilizadas tienden a vivir 3-4 años más, debido a que con la cirugía solventamos diferentes problemas relacionados con los celos, como:

  • Que se fuguen cuando están en celo.
  • Evitamos enfermedades graves relacionadas con los celos, como por ejemplo: tumores mamarios, infecciones uterinas, tumores ováricos….

Ojo¡¡ No podemos descuidar que nuestro gata no maúlle por dolor, por malestar… por eso es importante comprobar que el estado general de la gata es el correcto. Ante cualquier duda es conveniente consultar con su veterinario de confianza, para que un profesional determine la causa correcta del maullado.

Juanjo Sánchez Martín
Vet.Colegiado 987
Centro Veterinario 7 de Julio


martes, 17 de septiembre de 2019

VIRUS DE LA RABIA EN PERROS

Comenzamos esta nueva sección de enfermedades, hablando sobre una de las enfermedades más conocidas en el ámbito popular, hoy hablamos sobre la rabia. Por suerte es una enfermedad que puede ser contagiada a las personas, pero que por suerte esta erradicada en la península ibérica desde hace mucho tiempo, gracias sobre todo al control vacunal de la población canina.






¿Qué es la rabia?
La rabia es una enfermedad vírica infecciosa que acaba siendo mortal en casi todos los casos una vez que han aparecido los primeros síntomas clínicos. Los perros son los principales transmisores de esta enfermedad a nivel mundial, no obstante, la enfermedad puede ser trasmitida también por animales salvajes. La rabia es una enfermedad zoonótica, es decir que puede ser trasmitidas por los animales al ser humano, mediante la saliva, a través de mordeduras o arañazos.

Zonas más vulnerables.
La rabia es una de las enfermedades desatendidas que afecta principalmente a poblaciones pobres y vulnerables que viven en zonas rurales remotas. Aunque hay inmunoglobulinas y vacunas para el ser humano que son eficaces, las personas que las necesitan no tienen fácil acceso a ellas. 

Prevención.
La principal forma de luchar contra este virus, es la eliminación de la rabia en los perros. Por eso la prevención se basa en: el seguimiento estricto del calendario de vacunación antirrábico de cada comunidad, que será programado por su veterinario. Además en muchas zonas esta vacuna es de cumplimiento obligatorio, debido a ser una enfermedad muy grave en caso de trasmisión a humanos.

Principales síntomas en un perro infectado
Los síntomas que pueden aparecer en un animal infectado por el virus de la rabia, son varios y no siempre tienen porque aparecer todos. Son síntomas relacionados que el sistema nervioso central:
      • Fiebre, Agresividad, Dificultad para tragar, salivación excesiva, convulsiones....
Pero mucho ojo, no tenemos que alarmarnos y pensar que nuestra mascota tiene ya esta enfermedad por tener alguno de estos síntomas. Es el veterinario el que tras una exhaustiva exploración tendrá que diagnosticar o no la enfermedad.

Consejo tras una mordedura canina.
Es muy importante lavar bien la zona con agua y jabón en el momento de producirse el mordisco y acudir inmediatamente al centro de salud más cercano.

Conclusiones importantes.
Como siempre para nosotros lo más importante es la prevención
Lo primero sería vacunar a todos los perros para así proteger a nuestras mascotas. Con esto conseguimos que la mayoría de los perros de nuestro entorno estén inmunizados, dificultando así la propagación de dicho virus.

Además es muy importante la educación bidireccional, nos explicamos:
Como hemos comentado es una enfermedad que se trasmite por los mordiscos (principalmente), pero aparte de enseñar al perro a comportarse, es muy importante enseñar a los niños cuando y como se puede tocar a un perro que no conocemos. Decimos esto porque el 40% de los mordiscos se producen en niños menores de 15 años. Casi siempre el perro suele avisar antes de morder pero el problema viene en que si no educamos bien a los niños para que aprendan cuando el animal no quiere que le toquen, se producen estos desafortunados incidentes. Y por desgracia el "crucificado"siempre es el perro.

Desde Centro Veterinario 7 de Julio os recordamos que es muy importante vacunar a vuestras mascotas frente a los diferentes virus que pueden afectarles, para así mantenerlos protegidos y sanos.

Centro Veterinario 7 de Julio
Juanjo Sánchez Martín
Colg. 987

jueves, 2 de mayo de 2019

MI PERRO TIENE MIEDO A LOS PETARDOS ¿QUÉ DEBO HACER?

Miedo a los petardos

Los dueños de perros sabemos que el inicio de las fiestas del pueblo, las noches de tormenta, los fuegos artificiales, las celebraciones... en definitiva ruidos muy fuertes, son en muchos casos, momentos muy molestos para nuestra mascota. Es normal que el perro sienta miedo ante estos estímulos tan incontrolables, pero como dueños, debemos preocuparnos por la salud de nuestro perro y intentar ponerle solución.




Lo primero que tenemos que hacer es comprender que el miedo, es una respuesta adaptativa a un entorno no controlado.Es decir la función de la reacción de miedo, es aumentar las posibilidades de supervivencia del animal. Así cuando nuestro perro escucha un petardo en el parque lo normal es que sienta miedo, dependiendo del aprendizaje y de cada individuo, ese miedo será controlado (el perro estará tranquilo) o por consiguiente sera desproporcionado, lo que llamamos una fobia.

Esa fobia, siempre implica cierto grado de ansiedad en nuestra mascota y desencadena casi siempre tres signos clínicos principalmente:
  1. Huida de la zona e intentos desesperados de escape.
  2. Conductas de ocultación (esconderse) o incluso inmovilizarse.
  3. Anatómicos: jadeos, temblores, eliminación inadecuada...
Por esto es muy importante comprender que si nuestro perro sufre alguno de estos signos ante ruidos muy fuertes, tenemos un serio problema y debemos buscar una solución. Tenemos que desterrar la idea de que este comportamiento es normal en nuestra mascota y debemos acudir a nuestro veterinario de confianza para que analice el caso y poder tratar las fobias de nuestra mascota a los ruidos fuertes.

Tras mucho esfuerzo, muchos perros son capaces de convivir con estos ruidos fuertes, pero es un esfuerzo conjunto del propietario y del veterinario, lo importante es no tirar la toalla en ningún momento, tu mascota te lo agradecerá.

Juanjo Sánchez Martín
Veterinario colg. 987
Centro Veterinario 7 de Julio